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El norte de Barry Lopez

Los Sueños árticos de Barry Lopez ganaron el National Book Award en Estados Unidos en 1986. Lopez falleció hace más de tres años a la edad de 75. Además de sus viajes, vivió mucho tiempo con los inuit. Del libro que comento dice Robert McFarlane en el Prólogo ¿cómo se puede expresar un paisaje tan descomunal y monocorde? Lo que para muchos autores es una empresa imposible, para Lopez fue una fórmula de éxito personal y literario. Quizás Lopez asume la ida hacia el Ártico como una estancia en los límites de nuestro planeta, y así lo describe cuando en un viaje hacia Barrow, en Alaska, se percata que el sol, allí, no sale por el este y se pone por el oeste. El sol en el Ártico se mueve de una manera distinta. Durante el verano, prácticamente no se oculta, y la sensación sobre el mismo determina una forma diversa de la vida humana. Es lo más cercano a vivir en otro mundo. En el invierno la ténue noche ártica atisba la luminosidad de las estrellas, la luna y la refracción solar, de vez en
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Daniel Vierge y la ruta del Quijote

Una vida de película podría ser la de Daniel Urrabieta y Vierge, nacido en Madrid en 1851 y fallecido en Bolougne sur Seine en 1904. En su juventud viajó a Francia con su familia. Allí desarrolló su trabajo como dibujante en medios tan importantes como Le Monde Illustré, convirtiendose en un referente entre los ilustradores de la época. Con treinta años sufrió una hemiplejia, así que aprendió a dibujar otra vez —siendo diestro— con la mano izquierda. Ya esto basta para una historia que se puede leer con la boca abierta. Autorretrato de Daniel Vierge Vierge hizo gala de su arte en obras clásicas como algunas de Victor Hugo, o la Histoire de France de Jules Michelet. También fue una especie de corresponsal gráfico de la época. E hizo varios viajes inspiradores de algunas de sus dibujos. Uno de estos fue el que realizó a solicitud del escritor franco-norteamericano August Jaccaci. Este singular autor proyectó un libro en donde la imagen sería tan importante como el texto, y en donde los

"Los países del Extremo Oriente" según Juan Manuel Pereira (en 1871)

Juan Manuel Pereira escribió este relato a finales del siglo XIX. Viajó al Imperio de la China y los Reinos de Siam y Annam como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de la corona española. La primera versión del libro Los países del Extremo Oriente fue publicada en Madrid en 1883 "con adornada profusión de grabados". Los grabados fueron realizados por Enrique Alba, inspirados en las fotografías de los sitios visitados. La obra está digitalizada por la Biblioteca Nacional de España en este enlace . Fue editada otra vez por Ediciones del Viento en el año 2018 con un prólogo de Xosé Ramón Barreiro. Una de las cuestiones que me han llamado la atención es la importancia para su autor del recuerdo, ya al regreso, que se contradice con las complicaciones de aquellos trayectos tan largos a países lejanos: «Pero el placer puro, sin mezcla de contrariedad, le espera al viajero, cuando, como en recompensa de las fatigas sufridas, de regreso á su patria, en el hogar domést

Orient-Express. El tren de Europa

La primera vez que se publicó Orient-Express. El tren de Europa fue a finales del 2020. Mauricio Wiesenthal nos introduce en la tradición de este periplo ferroviaro atando muchos cabos hacia las maravillas que esconde. Desde el Andén 8 de Victoria Station empieza un trayecto que llevaba hasta Asia. Wiesenthal aprovecha el ritmo sinuoso del tren para recorrer Europa, sus costumbres y también las obsesiones de algunos de sus pasajeros. Especialmente de ciertos famosos viajeros de esta lujosa ruta. Menciona muchos de los lugares por los que pasa: Lausanne, Venecia, los Balcanes, Bucarest y Estambul. Y lo hace integrando los diálogos con sus compañeros de viaje que danzan en la nebulosa de la fantasía, a pesar de que todos los lugares y trenes mencionados existen. Un libro que tiene de memoria, de ensayo, de novela y de relato de viaje. Y que aprovecha las posibilidades del viaje en tren para ello. De hecho este es un libro, que sin el ritmo del trayecto ferroviario, no sería posible. E

Percy G. Adams (1914-2008)

El obituario del profesor Adams, publicado en octubre del 2008 da señales de que fue una excelente persona. Lo cuál, muchas veces, es más importante que ser un gran investigador o un buen escritor. Pero parece ser que aquí se conjugan estas dos dimensiones. Las tres obras más importantes de Percy G. Adams no tienen traducción al español. La primera es Travelers and Travel Liars 1660-1800 y fue publicada por la Universidad de California en 1962. Hay además una segunda edición revisada por el autor en 1980. El segundo libro, más conocido, es Travel Literature and the evolution of the Novel que se publicó en 1983 por la editorial de la Universidad de Kentucky. Entremedias encuentro otro libro:  Graces of harmony : alliteration, assonance, and consonance in eighteenth-century British poetry publicado en 1977 por la Universidad de Georgia. Por lo que a mi respecta, me interesa sobre todo su pensamiento alrededor de la literatura y los viajes. Es un autor conciso, intutivo y con una gran c

Canadá y Alaska descritos por Javier Reverte

La cita de Joseph Conrad que inicia El río de la luz reza así: «creí que era una aventura y en realidad era la vida». Javier Reverte hace menciones geográficas, botánicas, paisajísticas y —por supuesto— literarias. Al contemplar la isla cerca del río Stewart, donde recuerda que Jack London pasó un invierno, a finales del siglo XIX, «antes de alcanzar Dawson City, la ciudad que atrajo en aquellos finales del XIX a decenas de miles de personas en busca del oro del río Klondike, uno de los tributarios del gran Yukon.». Los relatos de Jack London son uno de los combustibles de este viaje. El otro es el gran Yukon, que tiene una energía luminosa, diferente a la del Amazonas o a la del Congo. Porque los ríos, según Reverte, poseen un alma propia. Reverte señala la memoria olfativa de una aventura en donde destaca, por ejemplo, el olor a la madera proveniente de las hogueras con las que se calentaban todas las noches junto al río. Y luego se recrimina el haber tirado esa ropa o haberla lavad

Los vuelos de Mark Vanhoenacker

Viajar en avión hoy es más o menos normal. No lo era tanto hace cien años. Tampoco era común viajar en barcos propulsados por máquinas hace poco más de doscientos. Y estos medios de transporte han cambiado las impresiones que recibimos cuando nos trasladamos de un lugar a otro. La forma mentis del viajero en avión es distinta a la del navegante o la del que camina. Incluso podríamos decir que hay variaciones dentro de cada grupo. No es lo mismo volar en un helicópero que en un avión supersónico, ni viajar en una moto que en una camioneta camperizada. Dentro de la primera categoría, y en el subconjunto de los aviones comerciales, se inscribe la experiencia de Mark Vanhoenacker, piloto comercial, que publicó en el año 2022 el libro Imagine a City. A pilot´s journey across the urban world .   La perspectiva de Vanhoenacker esta signada por la cantidad de veces que va y viene por decenas de ciudades, enlazadas una y otra vez por los aviones que pilota. Recuerda por ejemplo la primera vez

Lo que nos enseñan los viajeros: Egeria

Emprender un viaje es un desafío. Una de las primeras viajeras europeas, Egeria, que visitó Constantinopla y el Sinaí allá por el siglo IV, dirá en sus cartas, consciente del peligro de aquellos caminos: «despachamos a los soldados que nos habían brindado protección en nombre de la autoridad romana». Egeria prefería viajar líbremente siempre que podía, anque era consciente de los riesgos del viaje. Y estas líneas las escribe antes de atravesar Egipto. La viajera suele encomendarse a Dios sobre su regreso. Eso la hace vivir en una valoración constante del presente. No le preocupa el futuro, y el pasado es un relato que usa como referencia de lo que vislumbra en cada circunstancia. Disfruta el viaje de manera tan intensa que pareciera que no existe más que el momento en el que se encuentra. «Yo, que soy un tanto curiosa» dice Egeria aclarando que pregunta mucho a las personas que la guían en cada paraje. El viaje de Egeria, recuperado parcialmente en 1884, mantiene un tono descriptivo, e

Charles Dickens en Norteamérica

A veces es interesante saber qué piensa un autor de ficción sobre la realidad. O más bien, escucharle describir lugares reales en momentos concretos. Nos puede servir para comparar sus tipos de escritura. Y suele suceder —sobre todo en los grandes escritores— que la calidad no desmerece ninguna fórmula, más bien varía, y nos da señas sobre cómo funcionan sus cabezas, sus sentidos o cómo procesan sus experiencias. Pero sobre todo porque percibimos la calidad estética tanto en sus textos imaginativos como en los descriptivos. La prosa de Dickens se forma en la crónica, en los envíos que hacía para The Morning Chronicle , así que estaba habituado a describir la realidad. Pero contar cosas reales se puede hacer de muchas maneras. Y por eso la maestría, la creatividad y la imaginación también son necesarios en otros tipos de textos, no sólo aquellos tradicionalmente  literarios. Notas de América  es el relato de un viaje hecho a los Estados Unidos en 1842 en donde recorre, durante seis mese

María Belmonte camina sobre las aguas

Una mención a  Los senderos del mar. Un viaje a pie de María Belmonte donde los párrafos sobre las percepciones sensoriales son una constante, y en donde la conciencia de los límites de la descripción nos ayuda a romper algunas configuraciones mentales. «Uno de los recuerdos más persistentes que guardo en la memoria es un olor. [...] Es curioso que un olor se pueda "pensar" y "sentir", pero no poner en palabras.» La defensa de la ciencia del caminante que hace la escritora es, también, una oda a la forma de conocer, de sentir, de integrarse o de vivir —en suma— cerca de un paisaje. En este caso se trata de la costa de Euskadi. Que recorre María Belmonte desde Bayona hasta Santurce. Las descripciones no sólo van de paisajes terrestres, también de las vistas sobre el mar. «En aquella mañana de abril la primavera había estallado en las cunetas que rebosaban flores de todos los colores. Aunque no resulte tan evidente, la primavera también estalla en el mar, y al igual q

Guías, ciudades, países, lectores

En competencia directa con los blogs de viaje, las guías de viaje siguen teniendo adeptos, anaqueles dedicados en las librerías y un conjunto de datos, información y recomendaciones que llaman la atención en un mundo hiperconectado y con una relativa capacidad de atención. Su éxito combina los consejos con una mirada práctica de los lugares o los trayectos. Porque al fin y al cabo, sus autores no pueden dejar de valorar los sitios descritos, y lo hacen de una manera diferente. Las guías modernas de viaje tienen su origen en los relatos escritos de viaje. Algunos son tan antiguos como el de Egeria, autora hispanoromana del Itinerario que visitó entre los años 381 y 384 Egipto, Palestina, Siria, Mesopotamia, Asia Menor y Constantinopla. Aunque muchos de los relatos antiguos y medievales estaban destinados más bien a sorprender al lector que a dar recomendaciones. Hay ciertas excepciones, como los relatos de peregrinación. Dado el interés de muchos creyentes en visitar los santos lugares

Las habitaciones con vistas de Edward Morgan Forster

Una habitación con vistas (1908) cuenta la maduración de Lucy Honeychurch. Su viaje a Italia, específicamente a Florencia es una historia de cuestionamiento personal y social. Lo que es capaz de hacer Lucy en este relato, sólo será posible gracias al viaje. Conocer a George y olvidar a Cecil, igualarse a otras clases sociales hubiera sido una tarea imposible para una joven británica de una "buena familia". Porque esas obligaciones son instauraciones cuya aparente sensatez compite con un sinsentido, y no tienen restricciones temporales o culturales. Los itinerarios sentimentales de Lucy y Charlotte son parte de un proceso interior complejo en donde la cartografía juega un papel crucial. Porque Florencia no es Tubnbridgre Wells, su clima también es diverso, su historia, sus calles, su arquitectura. La Pensión Bertolini es un vehículo en donde los Emerson impresionarán a las primas en el entorno del Arno. Allí empieza esa transformación de Lucy que Forster describe con una sutil

Los grandes viajes en tren de Michael Portillo

Para Michael Portillo, que ha sido miembro de la Cámara de los Comunes en el Reino Unido, reconvertido en periodista y siempre viajero, los trayectos en tren tienen una magia inigualable. De ello son testimonio sus documentales, que se inciaron en Gran Bretaña pero que lo han llevado por todo el globo. En búsqueda de aquellos países anteriores, descritos en guías de viajes antiguas, Portillo emprende sus viajes con poco equipaje y mucho estilo. Sus entrevistas y pensamientos en voz alta en los vagones del tren, aportan el tipo de conocimiento del que se mueve a un nuevo lugar. Los trayectos en tren de Michael Portillo empezaron siguiendo la Guía Bradshaw . George Bradshaw fue un editor de mapas que en 1839 se interesó por los itinerarios ferroviarios y empezó publicando una recopilación de los horarios de los trenes. Estos manuales para viajeros han sido una referencia desde la época victoriana. El personaje de Charles Dickens: Phileas Fogg, lee una de ellas. Portillo ha usado diversas

Librerías de viaje como las de Notting Hill

Hay librerías de viaje como las de la película Notting Hill, es decir librerías para enamorarse. La que inspiró aquella fue una tienda familiar llamada The Travel Bookshop que funcionó durante varios años en Portobello Road y pertenece a una estirpe de industrias culturales que empezaron como negocios individuales, ligados a editoriales o dependientes de sociedades como clubes de exploración. The Travel Bookshop , cerró en el año 2011 Las librerías especializadas en literatura de viajes han existido desde hace casi doscientos años. Las primeras de estas librerías se iniciaron en Europa. Una de ellas fue la George Routledge and Sons , fundada en Londres en 1836. Routledge se especializó en libros de viajes y aventuras, y publicó obras de algunos de los más famosos exploradores de la época como David Livingstone y Henry Morton Stanley. Siguiendo la historia de las librerías de viajes hay que mencionar a Edward Stanford, quien fundó una tienda especializada en mapas en 1853. Y  Stanford

"El infinito viajar" de Magris

La búsqueda de un presente constante (imposible): aquél momento que se nos escapa, el que roza la eternidad como sugiere San Agustín, es —para Magris—  una de las características del viaje. Claudio Magris es uno de esos viajeros a los que el camino que recorren les inicia en un recorrido paralelo por su interior. Avanza en los caminos físicos y a la vez en los senderos interiores. Por momentos no se sabe cuál de los dos es mayor. Y al final de El infinito viajar uno supone que debería haber también una cartografía del alma de Magris. Se hace necesario a veces. «cuando yo viajaba por los vastos países danubianos o por los periféricos microcosmos, encaminándome en una dirección determinada, siempre dispuesto a hacer digresiones, paradas y desviaciones repentinas, vivía persuadido, como ante el mar; vivía sumergido en el presente, en esa suspensión del tiempo que se verifica al abandonarnos a su leve discurrir y a lo que la vida nos trae –como una botella abierta bajo el agua y rellenada

"Cordero negro, halcón gris"

Rebecca West y su esposo llegaron a Zagreb en 1937. La artificial composición política de la exYugoslavia no confunde a la escritora, que con una intuición proverbial intenta, sobre todo, retratar el modo de ser de los eslavos. Y detrás de la estructura de este texto, esa es la intención primordial del ensayo: entender un mundo diferente. A veces la comprensión de los propios problemas puede pasar por la descripción que una forastera hace sobre lo "nuestro". Esta es una obra importante para entender no sólo esa región europea, sino una época oscura de la historia. El relato de viaje se pone aquí al servicio del ensayo cultural y el análisis de una serie de naciones tensionadas por inercias, imposiciones, amenazas y la falta de diálogo. La escritora inglesa es consciente de que se adentra en un territorio, donde el castillo de naipes que equilibraba la Europa de inicios de siglo se desmoronaba. De alguna manera Rebecca West hizo un viaje en un momento y en un lugar claves para

A los patos de Robert McCloskey no les gusta el tráfico de Boston

En 1941 se publicó un extraoridinario álbum ilustrado:  Make Way for Ducklings de Robert McCloskey, un libro que recibió la Medalla Caldecott, el equivalente al Pullitzer de los libros ilustrados. Algunos de estos álbumes son verdaderas obras de arte. En este se narra la historia de una pareja de ánades reales que buscan un lugar donde criar a sus polluelos. Este relato aparentemente infantil es también una de las más agudas críticas a la presencia del automóvil en las urbes del siglo XX. La historia cuenta cómo los Mallards atraviesan la ciudad de Boston en dirección al Jardín Público. La historia está ilustrada con una serie de litografías en sepia que fueron una novedad para el género y para las que el autor realizó una serie de estudios concienzudos, algunos de los cuales están en la Biblioteca Pública de la ciudad de Boston. Su impacto cultural ha sido tan grande que ha llegado a ser el libro oficial del Estado de Massachussets e inspiró una estatua realizada por Nancy Schön que s

Cees Nooteboom y su visión del Japón

 El último libro de Cees Nooteboom trata sobre sus viajes a Japón. El escritor conversa constantemente consigo mismo, y de vez en cuando también anota lo que ve en el exterior. Se documenta sobre el país de una manera muy peculiar: leyendo novelas. Tanizaki, Kawabata, Kenzaburō Ōe y Mishima son sus guías iniciales. Y se hace una pregunta típica de muchos viajeros, aquello de «hasta qué punto Japón es "diferente"». Y  quizás por ese mismo afán comparativo reacciona de una manera contraria a los demás, descontento de esas mismas ideas, cuestionándose el porqué ha de ir siempre cargando con sus prejuicios, con una imagen predestinada, y anhelando una cierta ingenuidad para encontrarse ante lo nuevo en todo su esplendor. «Lo que yo hago apenas merece el nombre de viaje, pues ya no queda nada por descubrir: comprobamos, controlamos, negamos y confirmamos, cotejamos con la «realidad» imágenes e ideas. En última instancia, lo que haré es ver si Japón existe de verdad, como si un esp