Una habitación con vistas (1908) cuenta la maduración de Lucy Honeychurch. Su viaje a Italia, específicamente a Florencia es una historia de cuestionamiento personal y social. Lo que es capaz de hacer Lucy en este relato, sólo será posible gracias al viaje. Conocer a George y olvidar a Cecil, igualarse a otras clases sociales hubiera sido una tarea imposible para una joven británica de una "buena familia". Porque esas obligaciones son instauraciones cuya aparente sensatez compite con un sinsentido, y no tienen restricciones temporales o culturales.
Los itinerarios sentimentales de Lucy y Charlotte son parte de un proceso interior complejo en donde la cartografía juega un papel crucial. Porque Florencia no es Tubnbridgre Wells, su clima también es diverso, su historia, sus calles, su arquitectura. La Pensión Bertolini es un vehículo en donde los Emerson impresionarán a las primas en el entorno del Arno. Allí empieza esa transformación de Lucy que Forster describe con una sutileza admirable.
«Pero Italia había hecho con ella algo maravilloso. Le dio su luz
y –Cecil lo consideraba aún más importante– le dio su sombra. Muy pronto
detectó en ella una reserva admirable. Era como una de las mujeres de Leonardo
de Vinci, a la que amamos –más que por ella misma– por las cosas que no nos
cuenta. Cosas que sin duda no son de esta vida; ninguna de las mujeres de
Leonardo podía tener algo tan vulgar como una «historia». Lucy fue
evolucionando, día a día, de manera maravillosa.»
La traducción, como bien sugiere Jorge Wiesse puede ser aún más precisa en el singular: A Room with a View, "una habitación con vista". Una sola perspectiva, que demuestra el grado de atención necesario para el cambio, quizás algo nimio, un detalle del paisaje, un edificio, una ruina, un río. Tal vez no se necesita más para empezar.
E.M. Forster también escribió varios relatos de viaje, en base a sus experiencias en Egipto e India. De alguna forma el viaje posibilita la comprensión de uno mismo, de la vida social, de nuestra situación en el mundo bajo otra estimativa. Salir de nuestro propio sistema de relaciones, la circunstancia bajo la que nos han educado, y comparar nuestro país con otro, nuestra ciudad con pueblos más pequeños y lejanos o con ciudades enormes y cercanas nos sitúa ante problemas que ninguna escuela ni universidad es capaz de comprender, y menos aún de solucionar.