En 1921 el autor de Manhattan Transfer recorre Turquía, los Balcanes, Georgia, Armenia, Persia e Irak. Al principio fueron crónicas publicadas en diversos periódicos hasta que vieron su edición definitiva como un relato de viaje en 1927. En su camino hacia Bagdag dirá "caminar por polvorientos senderos, atento a no desviarse de la ruta correcta, es como deslizarse a través de un sueño que luego no se puede recordar con precisión". Lo que no le impide describir a las gentes con las que se encuentra o a Malek (su camello) o el monte Ararat, que compara con el Fuji de los grabados de Hokusai. Dos Passos fue un gran narrador en todos los territorios de la literatura.
Édouard Traviès en Dictionnaire universel d'histoire naturelle, atlas, vol. 1