Aquí una cita del ingeniero catalán Rafael Puig y Valls cuando en 1893 vio por primera vez Nueva York.
«el que ha visto New-York desde la bahía, bordeada por el Hudson y el Harlem river, adornada con la estatua de la libertad iluminando al mundo, el puente suspendido que enlaza la ciudad a Brooklyn, los docks y almacenes, los buques que entran y salen, los remolcadores que silban constantemente, las muchedumbres que van en los ferry-boats agitando los sombreros y saludando a los que llegan, los trasatlánticos franceses, ingleses, españoles, alemanes y norteamericanos, en sus desembarcaderos, amarrados a las dársenas adornadas con los pabellones de los respectivos países, y con los aparatosos anuncios de las Compañías navieras, los grandes edificios de la ciudad, cubiertos de cúpulas extrañas, con linternas que las rematan, amontonándose en el horizonte y proyectándose las unas sobre las otras, formando montón abigarrado y pretencioso, los letreros de caracteres colosales, pintados con colores chillones, como si los vecinos de aquella ciudad acusaran á la humanidad entera de padecer intensa miopía, todo sobrecoge el ánimo subyugado por aquella orgía de movimiento, ruido y color que forma un conjunto monstruoso, extraño, inusitado ante el que toda apreciación resulta incompleta y todo juicio imposible.»
Rafael Puig y Valls, Viaje a América, 1894
Benjamin Park, The Brooklyn Bridge under construction en Appletons' cyclopaedia of applied mechanics, vol. 1 (1880)