En otro de los artículos sobre ciudades en The New York Times, Igiaba Scego, escritora romana, dice que su ciudad es como un pastel de bodas hecha de diferentes historias: la Roma de los Papas, de los artistas y de los césares. También hay una Roma que recuerda el colonialismo italiano anota. Recomienda Scego leer varios libros como el de los arquitectos Weststejn y Whitling titulado Termini. Cornestone of Modern Rome. Aunque ningún libro puede contener esta ciudad se podrían leer textos históricos como los de Mary Beard, o novelas como The Portrait of a Lady de Henry James. Y Ragazzi di vita de Pasolini. Seguir las huellas de relatos viajeros como los que escribieron Goethe y Andersen es otro consejo. O indagar en algunos de los sabores que Stanley Tucci recomienda en sus viajes gastronómicos.
Una reciente edición, definitiva, de los Paisajes peruanos de José de la Riva-Agüero ha sido introducida y anotada por Jorge Wiesse en una edición académica de Iberoamericana Vervuert, y que puede ser muy bien disfrutada por el lector curioso. El autor es uno de los más importantes intelectuales americanos de inicios del siglo XX, que siguiendo el espíritu del Grand Tour y de la española generación del 98 emprendió un viaje por su país natal. Para Riva-Agüero el viaje no solo era iniciático sino también una manera de entender el Perú, con sus tradiciones múltiples y sus paisajes maravillosos. Su periplo se inicia en el Cuzco en 1912 y demuestra cómo la anotación de las miradas, los paseos, y el conocimiento de la gente pueden conformar obras literarias de primer orden. El estilo del autor está plagado de imágenes y su ritmo es también muy sugerente. Las obras de los viajeros que nos han precedido necesitan, muchas veces, de este tipo de ediciones, que como los planeadores, sin mucho r